18 enero 2011

La gente va y viene.

Hay gente a la que a penas le prestamos atención, pero contamos con que siempre van a estar ahí, y el día menos pensado se marchan. Se marchan para siempre, con tantas cosas que no les has dicho, con tantos momentos por vivir juntas...
Entonces te arrepientes de haber sido tan seca, de no haberte acercado un día a pedirle que se fuera contigo por ahí, os valí con un mechero y tabaco, y pasar toda la tarde hablando de viejos amores, música, amigos que tuvistéis en común y que ahora ninguna de las dos sabe nada de ellos y recordar comidas con grandes risas. Ahora nada de eso será posible, y no sabes cuánto lo siento. Siento no haberte dicho que pese a que nunca fuimos grandes amigas, siempre te he querido, que me gustaba pasar ratos conmigo aunque a penas me dirijieras la palabra, pero esto debí decirlo en su momento,  ya es tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario