23 diciembre 2010

Diciembre. Mientras ellos sonríen, Abril llora.

Iba paseando por el centro de Madrid. De repente se detuvo y miró al rededor, todos sonreían y no entendía el por qué. ¿Acaso nadie echaba de menos a todos los que se habían marchado? ¿Toda la gente de su alrededor tenía una vida perfecta como para sonreír de esa manera? Entonces empezó a recordar que ella también había tenido esa estúpida sonrisa. Hacía justo un año, paseaba en ese mismo lugar, cargada de bolsas, la única diferencia era que él  iba a su lado. De repente le vino un aluvión de recuerdos.


- Estás preciosa, Abril.
- A tu lado es imposible estar preciosa, todos se fijan en ti y en tu exuberante belleza. 
- Deja de decir tonterías, pequeña, todos saben que eres tú la guapa. Sino, ¿por qué cada vez que salimos y te dejo sola cuando vuelvo estás rodeada de un millón de chicos y cuando tú te marchas yo me quedo más solo que la una?
- Alberto, los dos sabemos que cuando me voy pones cara de mala hostia para que no se te acerque nadie, ¿o me vas a decir que no es así?.- Los dos estallaron en una sonora carcajada. Era verdad, cuando se quedaba solo siempre ponía mala cara para que no se le acercara ninguna chica, aunque sólo tuviera intención de darle conversación. Sabía que Abril era muy celosa, y que era una de las maneras de que no se pasara el día enfurruñada. Aunque de vez en cuando le gustaba hacerla rabiar y se acercaba a alguna chica mona, para darle conversación. Le encantaba ver la cara de enfurruñada y como luego le comía a besos y le decía que más le valía no irse con otra o le torturaría de mil formas distintas.


Ahora le parecía que había pasado tanto tiempo desde aquello... Ella ya no era la misma. En a penas unos meses había pasado de ser una jovencilla alocada a ser una chica muy seria. Habían cambiado demasiadas cosas, no había tenido más remedio que madurar de golpe. Y mientras pensaba en los cambios que había habido en su vida, recordó los peores momentos del último año.

- Abril, cielo, tenemos que hablar.
- Alberto, si esto es que me quieres dejar ni se te ocurra empezar con los tópicos. Ve directo al grano y me dices qué he hecho mal y quién ha aparecido en tu vida.
- Pero, ¿qué dices? ¿Por qué iba a querer dejarte? ¿Estás loca? Eso no pasará nunca.
- Has empezado con la frase con la que empiezan la gran mayoría de las rupturas, me he asustado.- Mientras decía esto se sonrojaba y Alberto sonrió al ver que realmente ella estaba enamorada de él y tenía miedo de perderle.
- Te voy a decir algo que no te gustará, al igual que a mí no me gusta, pero por favor, no me interrumpas mientras te lo cuento, ni te pongas a llorar, creo que no lo podría soportar.- Abril tenía miedo. Nunca le había visto tan serio, y no tenía ni idea de qué le querría hablar.- Hace quince días que me están haciendo muchas pruebas médicas, eso ya lo sabes, y el otro día fui a recoger el resultado de unos análisis. El médico en vez de entregármelos directamente me pidió que entrara a la consulta, que quería charlar un poco conmigo. Al principio ni siquiera le di importancia. Pero cuando nos sentamos, aprecié que sus rasgos estaban tensos, no parecía que me fuera a decir nada agradable, ni que para él fuera una situación cómoda. [continuará . . ]

12 diciembre 2010

Carta 1ª. Tu presencia me falta.

Te echo demasiado de menos. Esta mañana cuando me he despertado, al principio creía que todo había sido un mal sueño y he llegado a la cocina con la ilusión de encontrarme tu cara de dormido y esa sonrisa traviesa tan característica en ti cuando se te ocurría alguna idea de las nuestras. Sin embargo al llegar a la cocina tan sólo estaban mi padres de acogida, son muy serios, parece que no les gusta reír ni pasarlo bien pues hablan con un tono muy pausado y tranquilo y jamás sonríen.
¿Cómo es tu familia? ¿Me echas mucho de menos? ¿Cómo es la vida en Rusia? ¿Pasas mucho frío? Dios mío... nunca había imaginado que te quisiera tantísimo. Desde que llegué, cada vez que vienes a mi mente una lágrima se me escapa, no lo puedo evitar. Tu presencia me falta a todas horas, estoy tan acostumbrada a ir contigo, que a veces me quedo sujetando la puerta y esperando a que pases, o para merendar preparo dos vasos de leche caliente...Aún espero a que cuando me meto en la cama te escapes de tu habitación y vengas a desearme las buenas noches; cuando me pongo a leer espero que apoyes tu cabeza en mi hombre, y me digas que deje de perder el tiempo y nos vayamos a jugar al bosque; cuando por la calle tropiezo, echo en falta tus risas y burlas sobre mi falta de reflejos; cada vez que una palabra empieza por h, recuerdo tu nombre; si hablan de familia, me vienes a la mente,Aquel estúpido papelito va conmigo a todas partes, y tu fotografía está debajo de mi almohada para que me protejas por las noches. Pero creo que no funciona, sueño durante toda la noche contigo, con que nos encontramos y nos fundimos en un tierno abrazo. Pero eso no pasará, ahora que nos han separado jamás nos volveremos a ver. En poco tiempo reharás allí tu vida, y ni te acordarás de mí. Aunque siempre estaré aquí, por si algún día decides buscarme y retomar contacto. Esperaré toda la vida, Hedai.

01 diciembre 2010

Las mil cartas que nunca leíste, Edahi.

Desde 1997 cuando nos separaron llevo escribiéndote una carta diaria. Jamás has leído una, y no es porque vivas en la otra punta de la Tierra, es porque nunca me atreví a enviártelas.
A penas teníamos 6 años cuando decidieron venir a separarnos, tú a Rusia y yo aquí, en Tailandia. La gente no entendía por qué llorábamos tantísimo y no quisimos separarnos durante esa semana que nos qeudaba juntos. Nunca llegaron a entender la conexión especial que tuvimos, era extraña, era un amor fraternal pero tenía algo más. Era el mejor sentimiento del mundo, y el separarnos nos hacía tanto daño… Recuerdo que cuando me estaba montando en el taxi que me llevaría al aeropuerto viniste corriendo, abriste mi puerta y me dijiste: “¡Huilén  espera! Se me olvidaba darte esto.” Fue muy extraño, yo sabía que tú odiabas las despedidas, y no veís jamás la necesidad de hacer un regalo, así que me quedé realmente sorprendida cuando me entregaste aquel papel arrugado en el que ponía con esa caligrafía de cuadernillos Rubio que tenías Remember(me)♥, tan sólo era un detalle, pero para mí significó tanto… Yo no tehabía preparado nada, se me habían ocurrido mil cosas diferente, pero como no te gustaban los regalos pensé que nunca me lo cogerías. Me sentía mal de camino al aeropuerto por no haberte entregado nada. Yo siempre tendría aquel papelito para recordarte, pero tú te olvidarías de mí con el paso del tiempo, yo acabaría siendo un simple recuerdo borroso en tu memoria.


Por eso, en cuanto me instalé en Tailandia decidí escribirte una carta cada día, así tendrías noticias de mí y sería imposible que me olvidaras. Al final, nunca las enviaba, me parecía que dejaba ver demasiado mis sentimientos, y ya sabes lo poco que eso me gustaba.

Ahora, después de tanto tiempo, he decidido ir enviándote las cartas poco a poco, pero creí oportuno el escribir esta introducción, para que lo entendieras.

29 noviembre 2010

Los nubarrones atraen a mis penas

Hoy en especial se me hace realmente difícil el respirar, es como si tuviera un nudo que impide que el aire llegue a los pulmones. Siento unas ganas increíbles de desaparecer, olvidar, abandonar todo lo que sucede en este momento que me aturden. Escribo tras una cortina de lágrimas, son lágrimas sin sentido aparente pero cargadas de dolor. Es una sensación tan extraña y desagradable, que no sé describirla. Es echarte de menos y odiarte a la vez, querer volverte a ver y desear tu muerte, volverte a besar y pegarte una buena hostia. No quiero mas lágrimas, ni malos cuerpos, ni sonrisas apagadas; soy yo la primera que lo aborrece, pero tampoco soy capaz de cambiarlo. Juro que me esfuerzo en sonreír y seguir hacia delante, pero parece que la vida se ha propuesto que me plantee seriamente el para qué de todo esto. Y es muy triste tener que decirlo, pero por muchas vueltas que le dé no encuentro ningún para qué...

28 noviembre 2010

Si tropezaste tantas veces con la misma piedra sólo fue porque la cambiaron de sitio. En ningún momentos fue tu culpa que se repitiera el error, sólo querían herirte y lo consiguieron. Pero ya llegará el momento en el que seas tú quien deja las cosas claras,la que avanza por el camino que quiere sin obstáculos que se lo impidan. Pero hasta que llegue ese momento te recominendo que cuando avances te asegures de que pisas tierra firme y que nadie te ha colocado en medio una maldita piedra.

25 noviembre 2010

Ese instante.


Millones y millones de años, y todavía no tengo suficiente tiempo para describir ese pequeño instante de eternidad, en que colocas tus brazos alrededor mío y yo coloco mis brazos alrededor tuyo.


24 noviembre 2010

Adiós personalizado.

Depresión postdespedida. Exigencias de un guión barato y lleno de erratas. Eliminar personajes inocuos e intrascendentes. Pensamientos irracionales y casi inteligentes. Dejar que piensen por mí nunca fue correcto. A partir de ahora pensaré por mí misma. Déjame que te cuente mi verdad inconclusa. Incompleta en todas sus causas y aspectos. Realidades a medias y secretos guardados bajo llave en el ático del alma.




23 noviembre 2010

Mi cabeza dice que estoy amando en falso.

Una noche más me voy a acostar pero mi cabeza se llena de recuerdos de nuevo, oír sonar el móvil con un sms bonito o una llamada perdida para avisarme de que ya te podía llamar. Me pongo a pensar lo bonitos que eran los días a tu lado, las tardes hablando, paseando y pensando en un futuro irreal juntos. Intento olvidar todas esas promesas que se hicieron pero jamás se cumplieron, montones de falsas cartas hechas para ti, reflejando todos mis sentimientos, cartas que ojalá pudieras leer y te dieras cuenta,  una vez por todas, de lo que siento por ti, pero sé que sería inútil. Poner la radio y que cualquier frase, cualquier canción me haga de nuevo volver a pensar en ti. Te intento olvidar pero es imposible, mi corazón no te quiere olvidar pero mi cabeza me dice que estoy amando en falso. Pero es que hay tantas cosas que no sabes, ojalá pudiera sentarme a hablar contigo un sábado, un lunes, algún día y creerme que estás aquí de verdad. No me gusta llorar por personas que sé que no perdí para siempre. Se me acaban las ilusiones y las ganas de seguir aquí, viendo cómo me miras y no me saludas o lo que es peor, me miras y te escondes como para evitarme con una cara extraña. Aunque suene raro a estas alturas, te sigo queriendo más que el primer día. Y eso duele demasiado.





20 noviembre 2010

Noviembre y sus recuerdos.

Era Noviembre, hacía mucho frío y la noche era oscura. Paseaba sola por el centro de la ciudad, le sorprendió ver tan poca gente un sábado noche, pero supuso que con el frío y la llegada de los exámenes muchos se habrían quedado en casa. No quería encerrarse en ningún bar, las música, el humo, las voces... todo le haría acordarse de él, y tal día como hoy era lo que menos quería.
Decidió seguir paseando, pero cada dos pasos había un banco, una tienda o una cartel publicitario que le hacía recordar su nombre. ¿Por qué no salía de su cabeza? Estaba claro que había decidido marcharse con esa Barbie del tres al cuatro. Estaba segura de que ella no sabría prepara esas deliciosas tortitas con nata para la vuelta a casa de los fines de semana fríos, ni tendría capacidad para apreciar los libros que habían compartido durante tanto tiempo, ni siquiera podría hablarle de diversos temas, esa rubia postiza solo maneja el tema de la moda y el maquillaje, se notaba a la legua. ¿Se puede saber qué te pasa? Tú, que eres la reina de la autosuficiencia, que nunca ha necesitado a nadie ni aunque estuviera al borde de la muerte.. ¿Y ahora no sabes dar dos pasos sin para de hablar de él? Si te viera ahora Stela se reiría de ti, te estás convirtiendo en la adolescente que siempre aborreciste, querida, así que levántate del suelo, cólocate los tacones, tus maravillosas faldas y esos escotes de vértigo y sal a demostrar quien eres.



19 noviembre 2010

Helados y conversaciones con extraños.

- Hola.
+ Hola, queria un helado con sabor.. "hoy no quiero hablar con nadie"
- ¿Mediano o grande?
+ Grande.
- Esto no es lo que le he pedido.
+ Ya, es sabor a.. " Tienes una sonrisa muy bonita"





Para escuchar:   Quedamos cerca del suelo, donde se refleje la luna

16 noviembre 2010

La lecheclara y el chocolate espeso.

-Nunca he dicho que no te quiera.
-
Tampoco has dicho que lo hagas.
-Siempre le buscas tres pies al gato.
-Todo sería más fácil si me dijeses la razón por la que no quieres que estemos juntos.
-Tú y yo somos como un coche mal asegurado. No cubrimos los daños a terceros, enana.
-No sé si reírme o llorar.

-Ríete, que estás más guapa.

 

 

Para escuchar:   http://www.youtube.com/watch?v=JsHKoJM8uv8

15 noviembre 2010

Lo odio:

Estar cerca de ti y notar como brilla mi mirada, no poder parar de sonreír al escuchar tu voz o no poder dejar de pensar en ti. Odio que digas que me odias o que no quieres saber mas de mi, pero mas odio que digas que me quieres y te alejes de aquí. Odio esos pantalones ajustados y esa cazadora negra que llevas siempre, tu personalidad, tus respuestas para todo y tus silencios eternos. Odio ir contigo a todos lados, y no poder ni rozarte. Odio que me veas pasar frío y no me abrazes. Pero lo que mas odio, es que por mucho que lo intente me resulta imposible odiarte.

14 noviembre 2010

Que yo sin ti si puedo vivir,

 otra cosa es que respire peor, que me duela la cabeza más amenudo y que note roto el corazón, pero sigo siendo yo. Soy yo con mis cosas buenas y con las malas. Con esa sonrisa que tanto te gustaba, y ese pronto que destestabas; con esa manía de hablar sin parar cuando estoy nerviosa, o no parar de escribir cuando tengo un mal día; con esa necesidad de escuchar música a todas horas; con la tendecia a utilizar palabras interminables cuando los nervios me atacan pese a saber que se me travará la lengua, y usa monosílabos cuando el tema me da lo mismo; con la manía de arreglarme demasiado en fechas insignificantes y ser una dejada en los momentos importantes. Pero todo eso ya lo conoces de mí, ya sabes que acumulo cuatro virtudes insignificantes y miles de defectos.







Para escuchar:  Pa' un beso que escondo, van y me lo quitan

Pequeños placeres que me hacen feliz:

- Ir al cine sólo para comer palomitas.
- El sonido de la espuma en la bañera.
- Mirar la cara de la gente que va en los coches.
- Ver como sube la marea en la playa.
- Cuando se empaña el espejo del baño y escribes con el dedo en el cristal.
- Los pajaritos que se ponen en fila en los cables de la luz.
- Sentir su aliento susurrándome al oído.
- Escuchar música con los ojos cerrados.
- SONREÍR estando en silencio.
- Pasear cogidos de la mano.
- El día que recuperas la voz después de estar afónico.
- Un beso o un mordisco en el cuello mientras se te eriza la piel.
- El sonido de la madera al crujir bajo tus pies.
- Que te den un toques al móvil sin ningún motivo.
- Caminar bajo la la lluvia.
- Sacarle una sonrisa a alguien que no lo está pasando bien.
- Que me diga muy muy muy bajito al oído te quiero.
- Ver la luna desde mi cama.
- Los fuegos artificiales.
- Ver una estrella fugaz, y pedir un deseo.
- Mirar a los ojos a la gente y ver cómo se ponen nerviosos.
- Comer los lacasitos por colores.
- Coger arena con las manos y dejar que se escurra muchas veces.
- Una carta escrita a mano.
-. Romper el papel de los regalos.
- Sonreír como una gilipollas por una casualidad.
- Comerte sólo el relleno de las galletas y dejar las capas.
- Leer las letras de las canciones como si fueran poemas.
- Dibujar figuras extrañas en un papel mientras hablas por teléfono.
- Dormir cuando llueve.
- Que te agradezcan algo mucho tiempo después de haberlo hecho.
 - Ver que hay niños que hacen lo que tú hacías cuando eras pequeño.
- La última frase de un libro.
- Poner el Ipod en Aleatorio y que salgan todas las canciones favoritas en ese momento.
- El olor de los libros nuevos.
- El momento de quitarle el plástico a un disco recién comprado.
- El día de antes de hacer un viaje...
- Mirar al fuego.



Para escuchar hoy:  http://www.youtube.com/watch?v=pPVBvGzPTRw