20 noviembre 2010

Noviembre y sus recuerdos.

Era Noviembre, hacía mucho frío y la noche era oscura. Paseaba sola por el centro de la ciudad, le sorprendió ver tan poca gente un sábado noche, pero supuso que con el frío y la llegada de los exámenes muchos se habrían quedado en casa. No quería encerrarse en ningún bar, las música, el humo, las voces... todo le haría acordarse de él, y tal día como hoy era lo que menos quería.
Decidió seguir paseando, pero cada dos pasos había un banco, una tienda o una cartel publicitario que le hacía recordar su nombre. ¿Por qué no salía de su cabeza? Estaba claro que había decidido marcharse con esa Barbie del tres al cuatro. Estaba segura de que ella no sabría prepara esas deliciosas tortitas con nata para la vuelta a casa de los fines de semana fríos, ni tendría capacidad para apreciar los libros que habían compartido durante tanto tiempo, ni siquiera podría hablarle de diversos temas, esa rubia postiza solo maneja el tema de la moda y el maquillaje, se notaba a la legua. ¿Se puede saber qué te pasa? Tú, que eres la reina de la autosuficiencia, que nunca ha necesitado a nadie ni aunque estuviera al borde de la muerte.. ¿Y ahora no sabes dar dos pasos sin para de hablar de él? Si te viera ahora Stela se reiría de ti, te estás convirtiendo en la adolescente que siempre aborreciste, querida, así que levántate del suelo, cólocate los tacones, tus maravillosas faldas y esos escotes de vértigo y sal a demostrar quien eres.