29 noviembre 2010

Los nubarrones atraen a mis penas

Hoy en especial se me hace realmente difícil el respirar, es como si tuviera un nudo que impide que el aire llegue a los pulmones. Siento unas ganas increíbles de desaparecer, olvidar, abandonar todo lo que sucede en este momento que me aturden. Escribo tras una cortina de lágrimas, son lágrimas sin sentido aparente pero cargadas de dolor. Es una sensación tan extraña y desagradable, que no sé describirla. Es echarte de menos y odiarte a la vez, querer volverte a ver y desear tu muerte, volverte a besar y pegarte una buena hostia. No quiero mas lágrimas, ni malos cuerpos, ni sonrisas apagadas; soy yo la primera que lo aborrece, pero tampoco soy capaz de cambiarlo. Juro que me esfuerzo en sonreír y seguir hacia delante, pero parece que la vida se ha propuesto que me plantee seriamente el para qué de todo esto. Y es muy triste tener que decirlo, pero por muchas vueltas que le dé no encuentro ningún para qué...